martes, 30 de agosto de 2011

¿Y tú puedes cambiar a tus dirigentes?

¿Te haz preguntado qué es la democracia…o mejor aún cómo se ejerce, no sólo en México si no a nivel mundial? Muchos líderes han conceptualizado “democracia” como un ideal y no como una forma de vida; sin embargo estamos en camino y algún día podremos concebirla así. El gobierno del pueblo,  significado literal, ha permitido que por medio de elecciones directas o indirectas la ciudadanía elija a las principales autoridades y  de este modo es el pueblo, quien puede cambiar a estas mismas autoridades al no cumplir con las famosas promesas de campaña o alguna arbitrariedad durante su dirigencia.

En México será en el 2012 cuando volvamos a ser partícipes al decidir cuál partido y candidato presida durante seis años. Históricamente hemos vivido el mandato de dos partidos políticos en México. El PRI que gobernó a México por 71 años ininterrumpidos en la Presidencia de la República; y el PAN que actualmente está en la presidencia. A través del tiempo se han conformado partidos políticos con ideologías centro, derecha o izquierda, teniendo como resultado a siete, los dos antes mencionados más PRD, PT, PVEM, Convergencia y PANAL, registrado en 2005 ante el IFE.

Caso ajeno, el 11 de septiembre de este año se llevaran a cabo comicios en Guatemala para elegir Presidente, diputados y alcaldes. En este país existen 25 partidos políticos que estarán en la contienda electoral; no obstante, su radiografía sociopolítica es muy contrastante ya que cuenta con 40% de analfabetos y un 50% de niños en estado de desnutrición y se vive un creciente empobrecimiento aunado al incremento de la violencia cuyo  promedio es de 19 asesinatos diarios.

También es preciso comentar que dentro de los candidatos a la presidencia fue polémico el caso de Sandra Torres, quien es la ex esposa del presidente Álvaro Colom y cuyo registro fue rechazado por todas las instancias en aquel país ya que se le acusó de cometer "fraude de ley"; ella se divorció en abril pasado del presidente Álvaro Colom, precisamente para no comer delito alguno ante  la norma constitucional que prohíbe a los familiares cercanos del gobernante de turno optar al cargo, por  lo cual ella demandó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Estado de Guatemala por violar sus derechos humanos.

¿Para ti es extraño o cotidiano encontrar en México este tipo de casos catalogados como “fraude de ley”? No tenemos un esquema social como en el caso de Guatemala, entonces podemos ejercer con toda claridad la democracia, elegir o destituir a nuestros dirigentes.

Diana Camacho

miércoles, 24 de agosto de 2011

Regreso a Clases

Después de unas largas y merecidas vacaciones viene el esperado regreso a clases. Es todo un acontecimiento, los estudiantes ingresan a un año nuevo escolar, muchos cambian de colegio y pasan de la primaria a la secundaria o preparatoria; representa un momento de evolución y de avance muy importante en sus vidas como alumnos.

El ritmo en el país se altera de nuevo; la impaciencia hace victimas tanto a padres como a alumnos; unos corren para no llegar tarde a clases, otros más pequeños los llevan aun dormidos en el auto; no es fácil el primer día de escuela. Pero todos, o en su mayoría, van con nervios por entrar a un año nuevo o bien, a una escuela nueva y conocer nuevos amigos.

Los padres de familia se esmeran para cumplir con la famosa lista de útiles, forrar cuadernos, uniformes y aun con pocos recursos hacen que su hijo lleve todo lo necesario a la escuela; los llevan ilusionados y piensan en un mejor futuro para ellos, saben que la educación es la herramienta fundamental para procurar una sobresaliente vida en todo sentido principalmente, en lo económico, cultural y social. Los pequeños estudiosos son el orgullo de los papás y mamás que salen todos los días a trabajar.

Afuera de las escuelas se hace el tan acostumbrado tumulto de automóviles; los pequeños puestos de dulces regresan después de casi dos meses sin los jóvenes clientes, los alumnos rodean dichos puestos comprando golosinas que les encantan; los compañeros se ven y platican de lo grandiosas que fueron sus vacaciones y las mamás y papás ven a otros comentando precios de los útiles, características de los nuevos profesores, colegiaturas etc. Se regresa a la convivencia escolar.

La ciudad se vuelve a llenar de actividad, terminó la tranquilidad en el transporte público y el transito “libre” por las avenidas, pero se escucha nuevamente las sonrisas y el correr de los niños saliendo de las escuelas. Comenzó un año nuevo de esperanza y de obtener más conocimientos. Los niños son la esperanza de nuestro país, la educación es el remedio para alcanzar un México mejor.

Tania Hernández Galindo

martes, 16 de agosto de 2011

Policía: el héroe que necesita ser rescatado

   Cuando somos niños tenemos nuestros héroes, personajes que admiramos por su gran valentía y proeza para salvar el mundo; están los héroes de caricatura como Superman, El hombre Araña, entre otros, estos siempre luchando por la justicia. También existen otros héroes, personas de carne y hueso como los bomberos, policías, rescatistas, etc., cuyas profesiones representan para muchos de nosotros la valentía andando. ¿Qué ha pasado  que dicha percepción ha cambiado? ¿A caso fuimos creciendo y perdiendo la magia por alguno de nuestros héroes de la infancia, por ejemplo, de los policías? 
   Yo recuerdo cuando era niña que un policía significaba autoridad, valor, justicia, siempre con la mejor disponibilidad de ayudar a los más necesitados y a combatir el mal para lograr un mundo justo. Hay que ser realistas y aceptar que dicho concepto del héroe uniformado ha cambiado en los últimos años, pero ¿a qué se debe esto?
   Es tan común ver  en los medios de comunicación personas que han declarado haber sido extorsionados por algún elemento policiaco; incluso, alguno de nosotros ha sido víctima de la corrupción por parte de estos caballeros; la tan famosa “mordida” es producto de la falta de valores y ética de nuestros policías, pero no son ellos los únicos villanos en esta película.
   Así mismo, “la mordida” que piden estos personajes es resultado también de nuestra falta de compromiso social al consentirla como ciudadanos, es decir, la corrupción no es únicamente responsabilidad de los policías si no de nosotros mismos, como dicen “tiene la culpa tanto el que mata la vaca como el que le agarra la pata”.
   Existen policías honestos, responsables de su trabajo, que se ven como autoridad pero, sobre todo, como un elemento que brinda seguridad a los ciudadanos ya que aman su trabajo. La preparación de los policías desde la academia integra la concientización de la responsabilidad en su labor, clases de ética y civismo son foco de atención. Existen las materias y existe el discurso pero entonces ¿Qué pasa con ellos al salir de la escuela y enfrentarse al mundo real?
   El deterioro de su buena imagen se ha visto protagonizada por todo un sistema político y social que los ha encaminado a esta mala reputación. El problema en el cuerpo policiaco se deriva de muchas situaciones, uno de ellos son los sueldos bajos, estos  deberían ser mejor remunerados ya que son ellos quienes arriesgan su vida día con día para cuidarnos; por otro lado, la falta de valores ha penetrado muchos ámbitos en este sector, es decir, algunos policías involucrados en malos hábitos llegan a contagiar a una porción de los nuevos elementos haciéndose cadena de negativas costumbres.
   La gravedad de todo esto es que los ciudadanos hemos perdido la confianza y el respeto hacia los policías, hacia los oficiales que están a cargo de nuestra seguridad y protección. Ahora hablar de policía es sinónimo de desconfianza. Esto tiene remedio, como sociedad tenemos la cura a nuestros males. Existen policías dedicados y nosotros hay que contribuir en reconocerlo, en ver las cosas positivas que hacen por nosotros y también ver que cumplan con su deber, no caigamos en las redes de “la mordida” mejor hay que cumplir y hacer que cumplan ellos con las normas que nos rigen como país; luchar por la justica y ayudarlos a desempeñar su trabajo que es proteger y servir a la sociedad, dignificar la profesión es asunto de todos.
   Trabajando todos juntos como sociedad, respetando las leyes, siendo honestos nosotros mismos como ciudadanos, así como reconocer el trabajo de los policías y del riesgo que corren diariamente, apreciaremos y haremos valer su actividad; la importancia que tienen estos héroes anónimos en nuestras vidas no debe olvidarse; dignifiquemos su labor, reconozcamos su valentía, no caigamos en el error de etiquetarlos y menospreciarlos, confiemos en ellos nuevamente para que ellos confíen en ellos mismos y en la responsabilidad que significa el ser policía.
Tania Hernández Galindo

martes, 9 de agosto de 2011

¿Podemos empezar?

   En nuestro país, los ciudadanos que deciden votar representan una minoría. Ahora llámese indiferencia, falta de decisión,  imagen arraigada en el inconsciente social, falta de confianza en los procesos electorales, esos ingredientes que dan como resultado final que el abstencionismo sea el ganador en cualquier elección. ¿Pero qué hay detrás de esto? ¿Por qué los mexicanos no quieren ser partícipes?

   A lo largo de la historia, en materia política, los ciudadanos mexicanos han y hemos presenciado una metamorfosis en partidos políticos, la cual es la raíz de la consolidación de la democracia en nuestro país. La apertura costó trabajo, la democracia aún más. ¿Ahora podrás imaginar el esmero de aquellos revolucionarios que forjaron la democracia con la que cuentas actualmente? Te fue contada mediante libros y profesores o quizá anécdotas familiares. Si lo haces, si logras imaginarlo  ahora está de tu lado y en tu poder ejercer ese triunfo que se consolidó mediante batallas. 

   La historia de partidos políticos, democracia, igualdad de oportunidad, equidad de género y el respeto a los derechos fundamentales es compleja. ¿Pero y la historia en la participación ciudadana, acaso hemos sido tan pasivos antes?  O con el paso del tiempo carecemos de ese ingrediente: La lucha. 

   Nos dedicamos a trabajar, a preocuparnos y ocuparnos por el sustento diario; ejercer la tolerancia ante actitudes, personas y situaciones; crecer en formación, aprendizaje y adquirir experiencia de la vida misma. Pero ojo, que no quede en el baúl de los recuerdos todo lo que aquellos lograron para que nosotros tengamos el panorama más sencillo: ejercer nuestros derechos.

Diana Camacho

lunes, 1 de agosto de 2011

Noruega, un caso para reflexionar.

   La rutina, el trabajo, nuestros círculos sociales y el estrés, han hecho que hoy en día vivamos tan metidos en nuestras cosas y en nuestro mundo que no nos detenemos a ver que está pasando fuera de nuestra realidad, aunque tal vez existen situaciones tan lejanas a nosotros que no nos afectan directamente, es importante abrir los ojos y darnos cuenta que ocurren hechos de suma importancia, REALES, de los cuales tenemos que estar consientes y aprender. 

   El pasado 22 de julio, Noruega vivió la peor tragedia de su historia. Anders Breivik, un joven de 32 años fue el autor de este atentado y afirma haber cometido tal atrocidad por ser un “enviado de Dios comprometido en la lucha contra el islam y el marxismo”.

   Es increíble detenerse un momento y pensar que esto es real, que tan sólo hace unos días ocurrió una tragedia como esta. Es muy fuerte aceptar y darse cuenta que en el mundo hay personas con ideas maquiavélicas y el problema es que no sólo lo piensan, el problema es que hay personas que actúan y hacen daño. 

   Sinceramente no creo que exista una solución o una fórmula para evitar este tipo de situaciones, sin embargo, existe algo que podemos hacer: dar y exigir educación, dar y exigir respeto, ser conscientes, abrir los ojos, escuchar al mundo y  aceptar que este tipo de situaciones existen. Todo esto no con el objetivo de lamentarnos y convertirnos en víctimas, si no con el objetivo de ser mejores personas y de inculcar a los nuestros valores como la integridad; valor que considero primordial en este tipo de situaciones ya que tiene como fin ser correctos con nosotros mismos, el respeto; primero hacia uno mismo y después hacia todo y todos los que nos rodean y finalmente el amor; que es el único valor que nos permitirá vivir con paz y ser plenos.

   Por otro lado esta noticia me hace reflexionar acerca de lo que sí es nuestro mundo y de lo que nos rodea: México.  Fuera de la violencia que sufre nuestro país hoy en día, somos un país unido, querido y con una enorme riqueza cultural. En muchas ocasiones como el terremoto del 85 y las inundaciones sufridas por el desborde de ríos en Veracruz y Tabasco, los mexicanos hemos demostrado que somos un equipo y que estamos comprometidos por salir adelante. México se encuentra en vías de desarrollo y es un orgullo darse cuenta de que realmente no estamos estancados, que hay cambios hechos por nosotros los ciudadanos, y que verdaderamente estos cambios están haciendo la diferencia.

   El mundo vivió una situación dolorosa y en especial las víctimas, familias y allegados, pero como ya lo mencioné, el fin de este artículo no es flagelarnos con situaciones como ésta y otras tragedias que ocurren en el mundo, el único objetivo es detenernos, escuchar lo que pasa y comenzar a actuar correctamente, respetar a los nuestros e intentar regalarle al mundo AMOR, que mucha falta le hace. 
Hileana Morales Carpio