jueves, 11 de diciembre de 2014

Deseos y expectativas económicas de los mexicanos 2015



“…lo que esperan los mexicanos para 2015 es que la economía mejore, tanto a nivel personal como nacional, poder pagar sus deudas y tener recursos para cubrir sus necesidades básicas…”

Día a día y prácticamente a cada momento, encontramos en los medios de comunicación los pronósticos que los expertos y las autoridades hacen con relación a la economía del país: si habrá crecimiento y de cuánto será, si se espera alza en los precios o si habrá inversión extranjera, si llegará alguna nueva empresa a nuestro país, si se generarán empleos y derrama económica, etc.

La visión de los expertos, de las grandes empresas, de los medios de comunicación y del gobierno, es importante y complementaria entre sí, sin embargo, muy pocas veces se conoce cuál es la opinión de la ciudadanía, de aquellos sujetos al pago de impuestos, trabajadores, comerciantes y pequeños empresarios, campesinos y obreros; hombres y mujeres que tienen una expectativa propia que complementa el espectro de información relativo al tema de la economía en México.

Este artículo se deriva de la encuesta realizada con el objetivo de conocer, precisamente, la percepción ciudadana en lo que a la situación económica nacional e individual se refiere, y poder comparar esos aspectos así como saber qué esperan de la economía en 2015 y cuáles son sus prioridades.

A continuación, se esboza lo que los mexicanos piensan, lo que esperan y desean tanto de la economía en sus vidas personales como en el país, las similitudes y los contrastes.

La economía nacional e individual, hoy.

El status que guarda la economía es un buen punto de partida y de comparación para saber lo que los mexicanos esperan para 2015. La situación económica actual del país es percibida de manera positiva por un 14% y de manera negativa por el 75%; estos datos contrastan a la hora de preguntar sobre la situación ya no nacional sino personal con 52% que la ve negativamente y 29% positivamente.

Con ello, se puede discernir que una mayor proporción de personas piensa que la situación del país es mala o muy mala en comparación con la individual, teniendo 23 puntos porcentuales de diferencia; de igual forma, quienes piensan que su situación económica personal es buena o muy buena son menos en comparación con aquellos que opinan lo propio de la del país, esto con 15 puntos de diferencia.

La relación que dibujan estos datos deja ver que los mexicanos vemos mejor nuestra situación económica personal si la comparamos con la nacional, sin embargo, quienes ven una situación negativa, en ambos casos, son más que quienes ven una positiva.

Pero ¿qué significa “una buena situación económica” para los mexicanos…? Para 45% quiere decir no tener deudas y para 40% cubrir todas sus necesidades básicas; esta visible mayoría (de casi 9 de cada 10) deja de lado las opciones de tener casa y/o carro propios (5%), y de tener dinero para gastar (3%), lo que permite discernir que las personas consideran positiva su situación económica cuando tienen resueltas sus necesidades primarias y/o no deben dinero.


Las expectativas y los deseos económicos.

Las cifras cambian notablemente cuando se indaga sobre la expectativa que los ciudadanos tienen respecto a la economía, pues a diferencia de lo que opinan de la situación actual, se observa una mayoría optimista. En cuanto al país, 47% piensa que la economía será mejor o mucho mejor en 2015 ante 43% que espera sea peor o mucho peor. En lo individual, seis de cada 10 (61%) cree que su economía mejorará frente a tres (30%) que consideran que empeorará.

En este sentido, se puede considerar que las expectativas de los mexicanos contienen una cargada dosis de optimismo a pesar de ver que hoy en día las cosas no van tan bien. Dentro de esta percepción se trató de indagar con mayor especificidad, sin abandonar el aspecto económico, qué desean que suceda en su vida.

Ya que fin de año es la época propicia para hacer un balance de lo vivido y plantearse nuevas metas y nuevos deseos, se cuestionó a los mexicanos sobre ello en términos económicos y se encontró que, para 2015, 30% quisiera tener un mejor empleo y 26% tener un mejor sueldo, con esto, para más de la mitad (casi 56% sumando ambas respuestas) su deseo económico para 2015 se relaciona con el entorno laboral: tener un mejor trabajo, tal vez ganando lo mismo pero con mejores condiciones, o conservar su mismo empleo pero ganar más dinero. Además, 15% desea poder pagar sus deudas, 6% poder estudiar, a 5% le gustaría sacarse la lotería, y 5% más desearía poder viajar.


En un ejercicio de priorización, se dio a elegir a los consultados entre ganar más dinero o tener más seguridad, no como elementos antagónicos sino complementarios. El resultado fue abrumadoramente cargado a la segunda opción, prácticamente nueve de cada 10 (87%) prefiere tener más seguridad ante la posibilidad de obtener más recursos económicos (11%). Este aspecto podría ser un buen indicador de la percepción de inseguridad de los mexicanos como algo (probablemente lo único) con mayor prioridad que el dinero. 


Reformas en Acción. La parte gubernamental.

En términos generales, la función económica de los gobiernos se debe enfocar a coordinar los esfuerzos para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El actual Gobierno Federal mexicano emprendió un periodo reformista con tal objetivo poniendo atención a los ámbitos laboral, hacendario, financiero, de combate a los monopolios, de telecomunicaciones y a los recursos energéticos.

Estas reformas estructurales pretenden generar más y mejores empleos atrayendo inversión, elevando la productividad y la competitividad de las empresas y con ello de todo el país. El gobierno, a la par, ha explicado que la implementación de estas modificaciones legales llevará tiempo.

En lo que se refiere a estas acciones gubernamentales en materia económica, se pregunta a la ciudadanía qué piensan de las recientes reformas estructurales aprobadas por el Congreso. Al respecto, 41% piensa que resultarán buenas o muy buenas, y 46% malas o muy malas, estos resultados dejan ver proporciones similares entre pesimistas y optimistas estando estos cinco puntos porcentuales por debajo.

Esta información deja entrever que, pese a la carga mediática y las campañas de posicionamiento, quienes creen que este periodo reformista se traducirá en beneficios para la economía de los mexicanos representan un peso similar a aquellos que piensan lo contrario.

En conclusión.

En general, lo que esperan los mexicanos para 2015 es que la economía mejore, tanto a nivel personal como nacional, poder pagar sus deudas y tener recursos para poder cubrir sus necesidades básicas, y tener un mejor empleo o ganar más en el que tienen ahorita, sin embargo preferirían tener más seguridad antes de ganar más dinero.

La encuesta fue aplicada a una muestra de 800 personas a nivel nacional con un nivel de confianza de 95% y un margen de error de ±3.52% con el objetivo de conocer la percepción que tienen los mexicanos mayores de 18 años de la situación económica tanto personal como nacional, e indagar sobre sus expectativas para 2015. Esta investigación se llevó a cabo el 20 y 21 de octubre de 2014 vía telefónica. Los resultados de la encuesta pueden consultarse en su totalidad en www.gii360.com.mx

Ana Laura Arroyo 
Directora General Gii360

Israel Palazuelos
Desarrollador Estratégico

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Niños Migrantes

La migración es un fenómeno milenario que surgió junto con la humanidad misma, recientemente ha cobrado vigencia en los medios de comunicación de todo el mundo por su vertiente infantil que se ha configurado como una grave crisis al registrar unos 57 mil menores de edad centroamericanos, principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador, que han sido detenidos tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos sin ser acompañados por sus padres u otro adulto, esto en tan solo nueve meses entre 2013 y 2014.

La cifra de detenciones no contempla las múltiples muertes que se suscitan en el trayecto entre los países de origen de los infantes y los Estados Unidos, ni tampoco las deportaciones. Esta realidad denota un problema tal que fácilmente es percibido por la opinión pública, no por nada, 93% de los habitantes de la capital mexicana consideran que este fenómeno es “grave” o “muy grave” (únicamente 3% piensa lo contrario) de acuerdo con el estudio de Gii360.

Causas.

De acuerdo con versiones gubernamentales y con los testimonios de los propios niños, la principal causa por la que dejan sus países es el incremento de la violencia, de hecho los lugares que más infantes expulsan también son aquellos más afectados por el tráfico de drogas.  La pobreza y falta de oportunidades de desarrollo también se han configurado como causales de este fenómeno y seguramente también la falta de expectativas de que las cosas mejoren en esos lugares.


La misma investigación de Gii360 se enfocó a comprobar qué tanta información tenían los habitantes de la Ciudad de México al respecto y encontró que 37% percibe que el fenómeno se origina precisamente por la falta de oportunidades en los países de origen de los niños, 27% dice que esto se debe a la desintegración familiar, 10% que los niños únicamente pretenden reunirse con sus padres que migraron previamente a Estados Unidos, y solo 8% identifica el problema de la violencia y la inseguridad como la causa más importante del fenómeno.


La mayoría de los niños y adolescentes migrantes optan por llegar a su destino vía férrea, a través de “La Bestia”, un tren de carga que además de servir de medio de transporte representa los peligros propios del viaje y que, por la vulnerabilidad de este grupo poblacional, se potencializan. De acuerdo con la opinión de 43% de los capitalinos que contestaron la encuesta de Gii360, el principal riesgo que corren estos niños es el de ser víctimas del delito.

La solución al problema.

En Estados Unidos hay un debate lleno de polémica sobre las acciones que se deben tomar ante este fenómeno, la opción de las deportaciones se ha materializado, no de manera masiva pero sí como una muestra de que esta solución está entre las posibilidades del gobierno norteamericano. El 14 de julio de 2014, como una muestra de esta política, 120 centroamericanos fueron deportados a los tres principales países de los que originalmente salieron.

La opción de llevar a los niños a sus países de origen no es la mejor para los capitalinos, solo 18% lo cree así, en tanto más de un tercio (35%) dice que es preferible evitar que más niños salgan de sus países, uno de cada cinco (20%) que haya mayor control fronterizo y 16% piensan que es mejor darles protección en los Estados Unidos.


La magnitud del problema obliga a que los esfuerzos internacionales se empalmen y a que los gobiernos de los países involucrados se unan. 31% de las personas a las que Gii360 consultó piensa que los Organismos Internacionales como la UNICEF deberían atender esta problemática, 25% cree que debería ser el gobierno de México, 12% que los gobiernos de Centroamérica, y solo 6% que el gobierno de Estados Unidos. Además 15% respondió (de manera espontánea) que deben ser todas estas instancias las que, en conjunto, deben encargarse del tema.

Además, 42% cree que el papel de México debe ser el de dar asistencia humanitaria a los niños y 58% piensa lo mismo de Estados Unidos, mientras tanto, 65% opina que los gobiernos Centroamericanos deben mejorar sus políticas contra la pobreza y la violencia. La ciudadanía (en este caso la de la Ciudad de México) también podría tener un papel activo ayudando a las personas afectadas, 85% dijo que si tuviera la oportunidad ayudaría a un niño migrante, de ellos, 30% dijo que buscaría a sus padres, 24% le daría una beca, 19% lo llevaría a su país de origen, y 14% lo adoptaría. 


La participación de los gobiernos, los organismos internacionales, la sociedad civil e incluso la ciudadanía en lo individual, es la mejor manera de hacer mermar el problema y llegar a una mejor y más pronta solución. Muchas veces se olvida que la migración es un fenómeno que involucra seres humanos, cuestión que no se debe minimizar y menos aun cuando son niños, y es precisamente por ello que, lejos de las cifras y opiniones en uno u otro sentido, este fenómeno debería tener especial atención.

Israel Palazuelos Covarrubias
Twitter @Isra_Palazuelos