En
los últimos años ha proliferado, no sólo en México sino que en muchos otros
países, una desafección, inquietud y
desconfianza respecto a la clásica “clase política”. Esto ha provocado que, por
un lado, aparezcan los candidatos ciudadanos, y por el otro lado, los
candidatos independientes.
Los
candidatos ciudadanos no son nada más que individuos que salen; algunos de la nada, otros por sus méritos en
sectores sociales y unos últimos por
afán de protagonismo empujado por sus fortunas personales. Dichos candidatos
ciudadanos simplemente aparecen y se presentan por parte de un partido político
existente. Su estrategia es usar, por un lado, la estructura y maquinaria del partido y, por
otro lado, su entrada recién en el partido y la no procedencia de familia
política o de anteriores cargos para postularse como el mejor candidato; además
se posicionan lejos de la estructura del poder y la oligarquía política y cercano
a la gente considerándose uno de ellos.
Por
su parte, los candidatos independientes son candidatos descontentos con el
sistema, con ganas de cambiarlo desde dentro, rechazan la forma tradicional de
hacer política. Buscan poder transmitir demandas que un sector importante de la
ciudadanía pide y que “la clase política” mantiene olvidado a la vez que piden
transparencia y romper con la partidocracia. El perfil de los candidatos
independientes tiene dos caras; la del ciudadano anónimo y la de la figura
pública, ambos luchan por unos ideales y no quieren ser cómplices de las
estructuras partidistas existentes.
Es
importante tener claro la diferenciación para así poderse posicionar o
simplemente poder entender el posicionamiento del resto. Así, en la encuesta “Candidatos independientes” realizada por Gii360 indica un primer resultado a tener en
cuenta, sólo un 16.2% de la población defeña se siente representada por uno de
los actuales partidos políticos, por el contrario el 82% de los encuestados no
se siente representado por ninguno de los partidos. Otra tendencia que cada vez
va más en alza es la importancia del candidato a la hora de votar con un 53.9%
mientras que sólo un 15.15% de los encuestados apunta que el partido es más
importante a la hora de votar. Únicamente un 14.8% mencionó a ambos.
Observando
los resultados no es de extrañar que cada vez más los candidatos independientes
tengan más apoyo, ya que a un 65.4% de los encuestados si le gustaría la
presencia de candidatos independientes, en contraste al 27.9% que no les
gustaría. La reflexión inicial de la diferenciación y matización entre
candidatos ciudadanos y los independientes se ve reflejada cuando se les
pregunta a los defeños qué consideran ellos que son los candidatos
independientes y un 46.2% responde que es aquel que no pertenece a ningún
partido político. A su vez, el 43.5% ve la honestidad de los candidatos
independientes como una de las fortalezas por encima de los políticos de
carrera.
El
principal problema que los encuestados ven en los candidatos independientes es
por un lado la falta de recursos, un 53’9% lo mencionó y, por otra parte, un
23’9% ve la dificultad de conseguir los avales y las firmas necesarias que pide
el IFE. En éste tema, los defensores de las Candidaturas Independientes
proponen que mientras los partidos políticos necesitan el 0’26% de firmas, las
candidaturas independientes se puedan presentar con el 0’13% de firmas, con
ésta discriminación positiva hacia los independientes se les da pie a que se
puedan presentar, fomentando así la democracia.
Analizando
ya el posible trabajo, el 53.3% cree que los candidatos independientes si
pueden tener el mismo impacto que un partido político, mientras que el 45.1% no
lo cree. Aquí, se tiene que hacer una reflexión, ¿qué se determina por impacto?
¿Presencia en medios? ¿Proposiciones de ley? ¿Presencia en comisiones? Está
claro que por un lado, el candidato independiente abrirá a la cámara de
diputados y a la ciudadanía un canal mediante el cual entrarán propuestas
ciudadanas con fuerte apoyo social que con anterioridad le ha dado la espalda,
por ése lado si tendrá impacto las candidaturas independientes. Por otro lado,
la falta de estructura masiva, el ritmo de trabajo y el poco apoyo que pueda
tener en la cámara, no les permitirán poder avanzar con sus propuestas y tener
fuerza de decisión. Aún así hace falta aire fresco a la cámara de
representantes para crear pedagogía parlamentaria de escucha activa.
Todos
los números de la encuesta “Candidatos independientes” de Gii360 salen a favor
y en apoyo a los candidatos independientes, la gente en general los ve con
buenos ojos, pero cuando se les pregunta si les darían su confianza, en éste
punto la gente da un paso atrás y sólo el 34.7% les daría su voto, mientras que
el 44.5% no está seguro. Así pues, hay un gran trabajo por parte de las
candidaturas independientes y aún les
falta mucho si quieren conseguir que los candidatos independientes sean una
realidad, de momento en México, sólo se pueden postular para Diputados,
Senadores o para Presidente de la República, pero aún faltan para Presidente
Municipal o Gobernadores. Por una parte, convencer a la sociedad y al poder
político actual que será positivo su participación y que son una reivindicación
ciudadana y una vez conseguido su aceptación, convencer a los indecisos que
realmente son una fuerza a tener en cuenta.
Lleïr Daban
Planner Político. Estrategia, Comunicación y
Marca Territorio en El Instituto de Artes y Oficios en Estrategia y
Comunicación (México)