martes, 31 de mayo de 2011

Cada día...

   Recientemente hemos sido testigos de premoniciones sobre el fin del mundo, pero ¿a qué nos lleva todo esto? ¿Acaso al pánico social, al sarcasmo ante los desaciertos, a la desconfianza o más a fondo a sospechas sobre teóricas conspiradoras para desenfocar la atención colectiva de hechos globales? Podemos desglosar un sinfín de hipótesis  al respecto…

   Sin embargo, el verdadero énfasis lo encuentro en lo siguiente: qué pasa con nuestro entusiasmo para mejorar nuestra vida cada día, nuestra actitud, nuestras agallas para hacer del supuesto imposible la realidad posible… Sí es verdad y estoy totalmente de acuerdo que la nube de problemas cotidianos obstruye este sentir, el desempleo, violencia de género, inseguridad, avaricia y codicia, etc. pero dicen que en el inconsciente colectivo prevalece que somos sujetos al error y a la corrección y ¿por qué no transformar esto en toma de acción y hacer cambios?

   Podemos sumar fortaleza y pensamiento. El contexto actual sobre el fin del mundo me encamina a decir: hagámoslo como si fuera el último día de nuestras vidas, formemos el entorno que deseamos y anhelamos. Es cuestión de tener una misión, por pequeña que sea en pro del bienestar, alejar el egoísmo como forma confortable de existir. Para qué considerar este tipo de “profecías” si no causan más que decepción o burla a nuestra razón, ¿pero esos adivinos podrían  advertir que su teoría establecería  unión?

   Sí, todo en este planeta tiene estructuras y organización, también jerarquías y procedimientos. No existe la ley natural del hombre, sino la razonada y estipulada. Este avance nos permitió convertirnos en la especie animal más evolucionada y ahora nos conduce a la convivencia social sujeta a modificación.

   En este sentido pongamos manos a la obra y seamos visionarios de un entorno próspero, luchemos por las injusticias, por dejar de ser pasivos, por exigir nuestros derechos, aquellos por los cuales en el pasado generaron luchas, amemos la vida, sonriamos, alegremos cada acto como si fuéramos los propios profetas de nuestra vida que encausan y predicen cómo vivirla.

Diana Camacho

7 comentarios:

  1. Honestamente a mi me confunde la atención que reciben este tipo de acontecimientos. Esto es por varias razones: Siempre son personajes con una credibilidad bastante dudosa, por no decir fanáticos. La atención que reciben en los medios masivos, no solo en las redes sociales, es inaudita.

    Lo única conclusión que saco es que algo pasa con la gente; estamos demasiado dispuestos a creer y dejarnos llevar por este tipo de rumores. Tal vez no sea algo nuevo, después de todo. Me hace recordar la vez que Orson Welles transmitió su Guerra de los Mundos por radio e hizo entrar en pánico a todos sus escuchas…

    Felicidades por tu aportación

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Orale que buena entrada de este blog hay que seguir trabajando por todos nosotros

    ResponderEliminar
  4. VERDAD O MENTIRA SON SOLO HIPOTESIS SOBRE EL FIN DEL MUNDO... NADIE A CIENCIA CIERTA SABE CUANDO SERA EL FINAL, MEJOR HAY QUE PREOCUPARNOS POR CUIDARLO Y DEJARNOS DE TONTERIAS CON PROPAGANDAS BARATAS...

    ResponderEliminar
  5. podría afirmar que el mundo nos lo hemos ya acabado, el mundo cómo lo conocíamos ya se terminó...

    ResponderEliminar
  6. Tienes mucha razón, el problema de las personas es que nos hemos vuelto muy conformistas, todo lo que nos ponen enfrente pensamos que está bien ya no nos esperamos a ver qué es lo que nosotros queremos, estamos tan acostumbrados a reprimir nuestros deseos y gustos que a veces parecemos muñequitos haciendo lo que nos dicen que está bien.
    Tenemos que volver a tener iniciativa propia y a disfrutar nuestra vida como nosotros queramos vivirla.

    ResponderEliminar
  7. Cada día tenemos que vivirlo como si fuera el último de nuestros días, tenemos que aprovechar cada momento amando lo que hacemos, ya sea trabajando, estando con la familia o en cualquier actividad.
    No dejemos nada para después, el futuro es ahora, lo construimos día a día.

    ResponderEliminar