Si existe
una afirmación en la que casi todo el orbe planetario coincidiría (incluso en
aquellos entornos dictatoriales) es que la ciudadanía cada vez está más desvinculada
de la actividad política. En las democracias consolidadas –lo que a menudo
llamamos democracias occidentales- ello se verbaliza con el término
“desafección democrática”.
Dicho de
otro modo, a las muestras de descontento ciudadano y a las críticas hacia los
políticos y “la política”, se responde desde sesudas investigaciones que lo que
sucede es que los ciudadanos “cada vez están más cansados”.
Pues
bien, GII360 se acercó a un aspecto previo de dicha discusión en agosto pasado
en el ámbito de la capital mexicana. Si asumimos la máxima de que “para quejarse
uno debe conocer” que está en el fondo de las grandes teorías sobre la
desafección democrática, deberíamos constatar y contrastar si efectivamente el
ciudadano “conoce” aquello sobre lo que luego mostrará su descontento.
La mala
noticia es que, de la encuesta levantada en el DF a principios de agosto del
año pasado (tras la resaca de un proceso electoral que podría llevarnos a
pensar que la ciudadanía tendría un elevadísimo nivel de conocimiento de todo
lo relacionado con la política) el principal resultado que obtenemos es que
apenas una tercera parte de los encuestados se muestra capaz de identificar
correctamente la integración de los poderes de la unión. Peor aún es que, ante
esa situación casi la mitad de los encuestados afirma –parece que sin ruborizarse-
que directamente desconoce cuáles sean esos poderes (recordemos: ejecutivo,
legislativo y judicial).
Dentro de
ese pésimo escenario, el porcentaje de encuestados que es capaz de identificar
quién o qué integra cada poder crece un poquito, aunque sin llegar en ningún
caso al 50% de los mismos (44% para el ejecutivo y 46% para el legislativo)
obviando que los valores descienden hasta el 22% de acierto en el caso del
poder judicial.
A partir
de dicha base los resultados sobre la valoración de las facultades del
Presidente, de los Diputados y los Senadores entran casi de lleno en el terreno
de la ciencia esotérica: desconociendo las funciones de unos y otros el
encuestado es, no obstante, capaz de evaluar sus obligaciones y el periodo de
mandato. En ese ámbito destaca la división (casi a partes iguales) entre la
aceptación y el rechazo a los términos de mandato del Presidente y Diputados,
pero más sorprendente es que al evaluar el mandato de los Senadores (6 años,
como en el caso del Presidente), el resultado sea claramente un rechazo
significativo (44%) doblando el resto de valores.
Si les
soy sincero, la única conclusión a la que seguramente llegaría un alienígena de
visita a nuestro país que se encontrara con estos resultados sería que o bien
los encuestados nos gastaron una broma (cosa difícil puesto que la selección de
casos fue aleatoria); o bien tenemos un escenario de cultura política mucho
peor del que habíamos supuesto hasta la fecha (cosa que no sería demasiado
difícil de validar) o, tercera opción, a buena parte de nuestros conciudadanos
“no les interesa” todo aquello que tenga que ver con el poder, la política o
los políticos.
Aunque a
la vista de la última pregunta de la encuesta seguramente deberíamos matizar
que a pesar de todo la persona, el político, aparece como el único aspecto
medianamente positivo: más del 50% valora la labor de la persona (Presidente)
por encima del partido del que forma parte (17%). ¿A alguien le resulta
extraño?
Dr. Josep
Mª Reniu - Director de los Estudios de Ciencia Política y de la Administración
(UB) - @jmreniu – http://www.ub.edu/OGC/JMReniu.htm
Interesante blog sin duda el conocimiento de política en nuestro país es bastante malo , basta ver los errores que han marcado la historia de México! Bajo ese contexto me queda claro que como sociedad debemos mejorar nuestro nivel en muchos sentidos para poder exigir realmente un cambio por parte de nuestras autoridades y su representación del pueblo en el poder!
ResponderEliminarEs aberrante ver la ignorancia e indiferencia de los mexicanos en cuanto al tema de la política, algunos sólo buscan "beneficios" y otros de plano no les interesa.
ResponderEliminarDebe de haber una mayor participación desinteresada de las personas en cuanto a la política se habla.