martes, 15 de enero de 2013

Nivel de conocimiento en política


Si existe una afirmación en la que casi todo el orbe planetario coincidiría (incluso en aquellos entornos dictatoriales) es que la ciudadanía cada vez está más desvinculada de la actividad política. En las democracias consolidadas –lo que a menudo llamamos democracias occidentales- ello se verbaliza con el término “desafección democrática”.

Dicho de otro modo, a las muestras de descontento ciudadano y a las críticas hacia los políticos y “la política”, se responde desde sesudas investigaciones que lo que sucede es que los ciudadanos “cada vez están más cansados”.

Pues bien, GII360 se acercó a un aspecto previo de dicha discusión en agosto pasado en el ámbito de la capital mexicana. Si asumimos la máxima de que “para quejarse uno debe conocer” que está en el fondo de las grandes teorías sobre la desafección democrática, deberíamos constatar y contrastar si efectivamente el ciudadano “conoce” aquello sobre lo que luego mostrará su descontento.

La mala noticia es que, de la encuesta levantada en el DF a principios de agosto del año pasado (tras la resaca de un proceso electoral que podría llevarnos a pensar que la ciudadanía tendría un elevadísimo nivel de conocimiento de todo lo relacionado con la política) el principal resultado que obtenemos es que apenas una tercera parte de los encuestados se muestra capaz de identificar correctamente la integración de los poderes de la unión. Peor aún es que, ante esa situación casi la mitad de los encuestados afirma –parece que sin ruborizarse- que directamente desconoce cuáles sean esos poderes (recordemos: ejecutivo, legislativo y judicial).

Dentro de ese pésimo escenario, el porcentaje de encuestados que es capaz de identificar quién o qué integra cada poder crece un poquito, aunque sin llegar en ningún caso al 50% de los mismos (44% para el ejecutivo y 46% para el legislativo) obviando que los valores descienden hasta el 22% de acierto en el caso del poder judicial.

A partir de dicha base los resultados sobre la valoración de las facultades del Presidente, de los Diputados y los Senadores entran casi de lleno en el terreno de la ciencia esotérica: desconociendo las funciones de unos y otros el encuestado es, no obstante, capaz de evaluar sus obligaciones y el periodo de mandato. En ese ámbito destaca la división (casi a partes iguales) entre la aceptación y el rechazo a los términos de mandato del Presidente y Diputados, pero más sorprendente es que al evaluar el mandato de los Senadores (6 años, como en el caso del Presidente), el resultado sea claramente un rechazo significativo (44%) doblando el resto de valores.

Si les soy sincero, la única conclusión a la que seguramente llegaría un alienígena de visita a nuestro país que se encontrara con estos resultados sería que o bien los encuestados nos gastaron una broma (cosa difícil puesto que la selección de casos fue aleatoria); o bien tenemos un escenario de cultura política mucho peor del que habíamos supuesto hasta la fecha (cosa que no sería demasiado difícil de validar) o, tercera opción, a buena parte de nuestros conciudadanos “no les interesa” todo aquello que tenga que ver con el poder, la política o los políticos.

Aunque a la vista de la última pregunta de la encuesta seguramente deberíamos matizar que a pesar de todo la persona, el político, aparece como el único aspecto medianamente positivo: más del 50% valora la labor de la persona (Presidente) por encima del partido del que forma parte (17%). ¿A alguien le resulta extraño?


Dr. Josep Mª Reniu - Director de los Estudios de Ciencia Política y de la Administración (UB) - @jmreniu – http://www.ub.edu/OGC/JMReniu.htm 

2 comentarios:

  1. Interesante blog sin duda el conocimiento de política en nuestro país es bastante malo , basta ver los errores que han marcado la historia de México! Bajo ese contexto me queda claro que como sociedad debemos mejorar nuestro nivel en muchos sentidos para poder exigir realmente un cambio por parte de nuestras autoridades y su representación del pueblo en el poder!

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  2. Es aberrante ver la ignorancia e indiferencia de los mexicanos en cuanto al tema de la política, algunos sólo buscan "beneficios" y otros de plano no les interesa.
    Debe de haber una mayor participación desinteresada de las personas en cuanto a la política se habla.

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