Alrededor
de las siete de la mañana varias personas estaban al teléfono de sus familiares
o llamando a su trabajo, niños llegando a clases, el trafico comenzaba a fluir
de manera habitual, mientras que otros corrían en el parque para después entrar
a trabajar, realizando su ejercicio mañanero habitual; el día comenzaba sin
novedad en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, cuatro días después
del grito de independencia.
En un
instante, una mujer recobraba el conocimiento percatándose que escombros
cubrían su cuerpo, solo recordaba la cesárea que había tenido horas antes;
otros eran desalojados de las estaciones del metro, sonidos de ambulancias y
patrullas.
En otros
Estados intentaban comunicarse a la capital sin obtener éxito, las noticias
comenzaban a recorrer el territorio nacional e internacional; la ayuda venia en
camino mientras que personas desesperadas gritaban frustrados “…No pude
ayudarlos…” De hecho nadie pudo hacer nada ante semejante demostración del
poderío de la madre naturaleza, las placas tectónicas se movieron a las 7:19 de
la mañana sin la conciencia de todas las actividades de los mexicanos, solo
sucedió.
En los
siguientes días, muchos compatriotas se internaron en la Ciudad de México para
ayudar desinteresadamente; un avión extranjero sobrevolaba la Ciudad de México,
cargado de provisiones y ayuda esperando “permiso para aterrizar”, hermanos
mexicanos unidos por una causa ajena a lo político, social, fecha conmemorable
o cualquier otra circunstancia similar, estaban unidos y ayudando por el simple
hecho de salvar la vida de otro ser humano, de otro mexicano. Personas reptaban
entre los escombros arriesgando su vida para encontrar sobrevivientes… de
pronto, un sonido y enseguida un silencio de parte de todos rescatistas
voluntarios. No solo nació horas antes, sino que volvió a nacer, no sólo el, se
trató de varios bebes, mujeres, hombres y niños que fueron rescatados por
personas que no les importó exponerse.
El
edificio Nuevo León, el hospital Juárez, el hotel Regis, Televicentro (actualmente
Televisa Chapultepec), son solo algunos de los numerosos edificios que se
derrumbaron ese fatídico día, en el cuál perdimos a muchos compatriotas en dos
minutos, pero también muchos otros sobrevivieron; de igual forma nos dimos
cuenta que como sociedad podemos estar unidos y las diferencias se pueden
hacer a un lado.
Hoy día,
27 años después escribo estas líneas y recuerdo la desesperación de mi madre
por saber donde estaba mi padre… reflexiono y me pregunto… ¿está preparada la
ciudad de México si se suscita una circunstancia similar?
Sé que
hacer en caso de un sismo; he investigado bien sobre los programas de
protección civil y se brindar los primeros auxilios, ¿pero la mayoría de la
gente lo sabe?
Es una circunstancia que puede ocurrir en cualquier momento y no le
interesa la situación financiera, social, económica o política de un país; de
hecho no le importa si sabemos o no de cómo actuar antes, durante y después de
un sismo… simplemente sucede, en presentes fechas Grupo Impacto Inteligente
GII360° realizó una encuesta a colación del aniversario de esta catástrofe,
esta gráfica refleja un poco de esas cuestiones que me he planteado:
Al
observar la misma encuesta me puedo cuestionar entre tantas cosas, si los
capitalinos tenemos presentes los acontecimientos sobre el temblor del 85, sus
consecuencias y acciones por tomar; mi fraternidad y parte de mis recuerdos a
las familias afectadas, así como mi reconocimiento a las autoridades
delegacionales encargadas de la protección a los civiles, por siempre estar
alertas, reforzar día con día su responsabilidad y compromiso para su labor…
Fernando Arroyo.
como siempre las palabras de quien redacta este escrito me estremecen. y me deja saber que aunque no este en nuestras manos el cambiar poder de la naturaleza si esta en nuestras manos el poder reaccionar ante tal poder.
ResponderEliminarLa realidad es que como en todas las tragedias demostramos que como pueblo podemos ser unidos y ayudar al prójimo. La solidaridad es fundamental y aquí se vio reflejada ...y claro que nos ayudo a ver los errores de reacción en estos casos y así poderlos mejorar en caso de siniestros de tal magnitud!
ResponderEliminarMe parece que es algo que aun que se ha intentado en México no se ha retomado, nos hemos confiado en que nunca volverá a pasar algo así o que los edificios son mas "seguros" a mi me parece que, la madre naturaleza nos puede jugar una bromita como la del 21 de marzo de este año o como la de 85 por eso es importante estar preparados!!
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